Vicente de Zaragoza, conocido también como San Vicente Mártir, (Huesca o Zaragoza, ¿? – Valencia, ca. 304) fue un clérigo español, diácono de san Valero de Zaragoza. Fue capturado y torturado bajo el dominio del emperador Diocleciano, por lo que lo veneramos como mártir.
Según la tradición, Vicente fue encargado de la predicación de la fe, a causa de un impedimento del habla que afectaba al obispo Valero.
Suele aparecer en pintura con las vestimentas de su rango, acompañado por un cuervo o sosteniendo una muela de molino. Estos símbolos hacen referencia a su largo y penoso martirio.
Martirio de San Vicente: Primero Vicente fue colocado en una cruz en aspa y después en la catasta, donde le rompieron los huesos, le azotaron, y le abrieron las carnes con uñas de garfios de acero. Pero, no pudiendo minar su resistencia, mandó entonces Daciano que fuese desollado y colocado en una parrilla en ascuas. Fue arrojado más tarde a una mazmorra, falleciendo después y siendo tirado a un basurero, donde fue defendido por una gran águila ramada. Su cuerpo aun se arrojó al río Turia en un pellejo con una piedra de molino, pero fue devuelto a la orilla, recibiendo sepultura a las afueras de Valencia, trasladándose más tarde a Lisboa, en cuya catedral reposan sus restos.
Su festividad es el 22 de enero.