Según dijo el Papa Benedicto XVI, la familia, fundada en el matrimonio, esto es, la unión indisoluble entre el hombre y la mujer, es una institución insustituible según los planes de Dios, y cuyo valor fundamental la Iglesia no puede dejar de anunciar y promover.
Efectivamente, la familia es un bien necesario para la sociedad, un fundamento indispensable para los pueblos y un gran tesoro de los esposos. También el Beato Papa Juan Pablo II destacó la importancia clave de la familia cristiana a en la evangelización del mundo. Si en la iglesia primitiva la familia desempañaba un papel decisivo en la propagación del Evangelio, no nos debe extrañar que ahora, pasado ya el umbral del segundo milenio, la haya recurrido a la que es la iglesia doméstica, y no sólo por estrategia pastoral, sino por naturaleza teológica, para abordar una nueva evangelización que cabe con hondura en la cultura actual.
La Pastoral Familiar en esta parroquia de San Vicente Mártir es todo un reto. En la exhortación apostólica Familiaris Consortio, el Beato Papa Juan Pablo II decía que “en nuestros días es más necesaria que nunca la preparación de los jóvenes al matrimonio y a la vida familiar y que la iglesia debe promover programas mejores y más intensos de preparación al matrimonio”.
La Pastoral Familiar, en realidad, abarca todas las etapas de la vida del cristiano. Pero más específicamente nos centramos en:
– Cursillos prematrimoniales.
– Celebración sacramental (bodas).
– Inscripción y catequesis prebautismal.
– Bautizos de los hijos.
– Formación para grupo de matrimonios.
La formación para grupo de matrimonios parte de la atención que la Iglesia quiere dar a los matrimonios. Para todo importante en la vida se necesita una preparación específica, y también para la apasionante aventura del matrimonio. Pero el matrimonio no es solo para no pelearse o para no divorciarse, es fundamentalmente para crecer en el amor que procede de Dios, y del cual dan testimonio los esposos con su entrega mutua y a favor de los hijos.
¿Y por qué un grupo de matrimonios?
– Porque el “sí” del matrimonio es apasionante y al mismo tiempo tan serio que hay que prepararlo concienzudamente.
– Porque el matrimonio es una gran posibilidad de autorrealización personal al hacernos compartir la propia vida con la otra persona.
– Porque hay muchos matrimonios (tal vez demasiados) que fracasan. Algunos externa y socialmente, otros de formas calladas pero realmente.
– Porque separarse no es precisamente ni un triunfo, ni una meta, ni un éxito ni un logro, sino sencillamente un fracaso en la vida.
¿Cómo es el grupo?
– No más de 10 parejas. Con una dinámica activa. Cada matrimonio se compromete a dialogar durante el mes sobre el tema propuesto inicialmente, de tal forma que al encuentro se viene para poner en común el contenido del tema escogido.
¿Sobre qué tratamos?
– Temas sugeridos por los mismos matrimonios: cuestiones referentes al conocimiento personal del matrimonio, sentimientos e influjos de la pareja que reciben del exterior, economía familiar, trabajo de la pareja, sexualidad tanto personal como de la pareja, planificación familiar, sacramento del matrimonio, la oración en la pareja, la educación cristiana de los hijos…
¿Cuándo?
– Una vez al mes, en fechas elegidas por el grupo y en horas convenidas por todos de una vez para otra. Durante el año tenemos dos retiros: Navidad y Cuaresma, y al final de curso una puesta en común con Eucaristía.
¿Dónde?
– En el salón parroquial (entrada por c/ Miguel del Cid, 1).
Pastoral Familiar: